Trienal no Alentejo día 2.
Lunes 29, 10.30h Reguengos de Monsaraz,
Degustación de productos tradicionales
Pocas horas más tarde, (la cena se prolongó hasta las 3 de la madrugada), en Reguengos de Monsaraz, nueva cita con la comida. Tras el típico desayuno de hotel, opíparo porque yo lo valgo, a las 10.30h de la mañana, los productores autóctonos nos regalan con sus harinas de boletus, de manzana, de castaña…y sus compotas artesanas. Rita las presenta con entusiasmo contagioso. Zira las elabora como le enseñó su abuelita. El dulce de tomate con clavo y canela es delicioso, las bolachas o galletas de avena integral y azúcar moreno, también.
El jamón de cerdo alentejaño, alimentado en Montanera con bellotas de la Dehesa Extremeña entra muy bien a media mañana.
La cecina de la granja de Joaquín Arnaud está muy rica.
El aceite de Terras da Barroqueira que distribuye el entrañable Miguel Caldeira, que dejó el Corte Inglés portugués para montar su propia empresa: Atlanti Revelation, es adictivo como dice él mismo. Sus vinos tampoco me dejan indiferente. Me pido un fonte do sapo y apuesto con él que la touriga-nacional, casta típica de Oporto, y la Alicante bouchet del sur, son uvas que darán mucho qué hablar en el futuro.
13h cata de vinos de Méntrida
Otra ocasión que no quiero pasar por alto es la cata de vinos de Méntrida con la que nos obsequió mi amigo ,Alberto Fernández hijo de la gran Julia, la cocinera del restaurante Asturianos, convertido en los últimos años en referencia incontestable de la gastronomía madrileña, también por su extensa bodega. En ella hay mucho esporao portugués que los hermanos Fernández importan desde hace años y mucho Méntrida desde que se han lanzado a producir también.
Según nos cuenta Alberto, la garnacha de montaña, de Gredos da gratas sorpresas. Con estos vinos se pone de manifiesto la importancia del diferencial térmico para hacer vinos sabrosos. Tintos elegantes, más que potentes, inspirados en el Ródano, vinos minerales con capa ligera como los Borgoñas pero con potencia envolvente en boca. Tres patas, Congo, Caos…nombres a tener en cuenta por su relación calidad precio. Me quedo con el Caos y concluida la cata se impone seguir comiendo.
Con Alberto Fernández de Asturianos en la cata
14h Reguengos de Monsaraz Comida en Café Central
Justo frente al Auditorium de Reguengos de Monsaraz donde en algún instante imprevisible, comenzará el festival de cine gastronómico que nos ha emplazado hasta el Alentejo tenemos mesa y mantel dispuesta como hace muchísimos años cuando se inauguró el Café Central.
Aquí nos deleitan con un hígado guisado con patatas y un bacalao impropio del país en el que estamos.
Las migas portuguesas, que en el Alentejo se llaman açordas, con costillas de cerdo, están muy gustosas.
A los postres se incorporan Toño Pérez y José Polo, los ideólogos y currantes de Átrio. Llegan pletóricos a contarnos cómo después de 7 años, el sueño de dos restauranteros, según se autodefinen, y algunos promotores inmobiliarios, es ahora el deseo cumplido en el casco antiguo de Cáceres, de los más sibaritas ávidos de detalles en la mesa y en la cama.
En la sobremesa se plantea si es el vino o es la comida el eje de una experiencia gastronómica. Y se escuchan perlas como que
Los obreros comen y “nosotros” bebemos.
Esto me recuerda a un productor de televisión que decía que la “caja tonta “se hace para los pobres, porque los ricos ya tienen la ópera …
José Polo, un enamorado de la pintura y el vino, confiesa que sigue sirviéndolo en cantidad, apostando por grandes marcas pero de añadas de “segunda” que no destrocen el bolsillo.
18h. Excursión a Bodega Heredade do Esporao.
No vayáis a creer que con la caída de la tarde va a decaer la actividad gastronómica; porque antes de cenar tenemos el gusto de visitar una de las bodegas que más esporao embotella. A pesar del nombre se ha construido en 1985 pero con mucho arte. Es contemporánea, una “heredade” de 1267, un lugar para perderse, tomar un blanco con vistas al lago y los viñedos y los olivares mientras comentar la nueva generación de catas con los periodistas especializados, Pepe Ferrer, Federico Oldenburg, Daniela Cenis y Paz Ivison.
El restaurante de la heredade de 1267 promete; pero el programa que nos ha atraído hasta el Alentejo para presentarnos la Trienal de Arte y Gastronomía que se celebrará de Junio a Octubre en los lagares, viñedos, bodegas y olivares de la zona va a volver a pasmarnos.
20.30h. A las afueras de Reguengos de Monsaraz. Cena en el restaurante Bizaca
Por un instante, me parece un Bar de carretera, pero el letrero anuncia un restaurante. Dentro nos dan la bienvenida 20 lugareños, agricultores y alfareros, cantando el repertorio folklórico alentejano. Conmovedor.
Luego llegará el bendito pan que me hace deducir que en Portugal es más fácil que en España encontrarlo realmente insuperable. El queso fresco arrequesonado es muy de agradecer también. las manitas de cerdo con açordas, las costillas de cerdo, el bacalao con pasta y frijoles negros son algunos de los guisos que me permiten seguir disfrutando del placer incomparable de mojar pan cuando está elaborado como dios manda.
Tardaré en olvidar los dulces del convento; aunque el bollo de galleta sea exactamente igual a la tarta de moka que hacía mi madre para celebrar los cumpleaños de la familia en Valencia.
El pastel de yemas, que no claras, que siempre se han utilizado para almidonar, con cabello de ángel es de otro mundo.
Rita y Miguel, los distribuidores de productos alentejanos, me dicen que no puedo irme sin ver la muralla mejor conservada de Europa, la de Elba; pero no va a ser posible.
La maratón por los restaurantes, bares y bodegas, que no de cine gastronómico al que hemos sido convocados los periodistas españoles, portugueses y franceses, no deja un instante para otro turismo que no sea el eminentemente gastronómico.
Continuará… 😉